El fuego de Viejas Locas sigue vivo y se expande…
Por el Juancho Mazzeo /// @largavida.alrock.radio
Tengo una imagen dando vueltas en la cabeza desde el viernes 15 de agosto en el bar Dortmund de La Rioja: unas pibitas de 18 años, con remeras de Viejas Locas, abrazadas y cantando cada canción durante casi dos horas. Y mi sonrisa mientras pensaba “larga vida al rock!!!”.
Es que sí, disfruto mucho de ver los rostros de las nuevas generaciones escuchando y cantando temas de sus bandas favoritas, interpretadas por algunos de sus integrantes originales, los que grabaron esas canciones, esos discos. Una generación que, por cuestiones biológicas, no pudo ver las formaciones originales pero que recibieron esas melodías, esas letras, esas historias, que les permiten sentirse representadas.
Y es una imagen hermosa que muchas veces no llego a hacer “esa” foto porque me quedo observando y disfrutando como niño con juguete nuevo. Qué lindo que es el rocanrol.



Viernes 15, feriado, salimos con el forcito a la ruta 38, rumbo al norte, a transitar los llanos riojanos, la tierra del Chacho Peñaloza, para asistir al recital donde Viejas Locas sigue viviendo en los instrumentos y las voces de Fachi Crea y Abel Meyer, secundados por el Pelu y el Lele en las guitarras. La gira incluyó San Fernando del Valle de Catamarca, La Rioja y San Juan, organizada por la productora del Jhonny Castro, otro productor que apuesta al rock y que también busca que las bandas locales puedan abrir la noche de cada recital que organizan.
Luego de un cambio de lugar (sigo sin entender a los gobiernos locales que miran al rock y a sus seguidores como una especie de horda incivilizada que van a saquear todo a su paso) aterrizamos en la esquina de Independencia y Angelelli, para ingresar temprano y poder escuchar a las bandas locales: La 9, Full House y Viejo Stilo. Las 3 bandas me gustaron mucho, en un lugar que no cuenta con la mejor acústica y donde los sonidistas hicieron lo imposible para que disfrutemos de una gran noche.






Hay muy buen rocanrol en La Rioja, algo que ya vengo disfrutando de recitales anteriores, y que voy escuchando en la matrix. Pero ver esas bandas en vivo es otra cosa. Y me gustó lo que presencié.
El lugar terminó explotado cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de Viejas Locas, de todas las edades y con los trapos que suelo ver en otros recitales masivos, para disfrutar de un gran recital durante un poco más de hora y media, donde repasaron gran parte de la discografía de la banda.
Me gusta lo que brindan, si bien no fui un seguidor fanático de Viejas Locas o Intoxicado, no la voy a caretear, disfruté mucho del recital, de la honestidad, pasión y amor con que interpretan cada tema. Y en ese respeto por Cristian Alvarez y en esa búsqueda de mantener encendido el fuego de una banda que marcó la historia del rock nacional en los 90, con un significado cultural histórico que sigue siendo refugio, una trinchera de muchos y muchas que estábamos siendo violentados por las políticas neoliberales del menemismo, que padecimos la represión en cada recital y que nos sentíamos vivos en esas esquinas compartiendo una cerveza, un pucho o lo que fuese.






En contextos de violencia económica contra los sectores populares, el arte es nuestra mejor trinchera, nuestro refugio y nuestra forma de construir lazos de amistad y solidaridad.
Salí del Dortmund con un hambre, mal. Compré unas empanadas a la vuelta y esa compra fue el broche de oro de una gran noche.
El regreso por la 38 fue con PR acompañando, hasta Chamical donde hice una siesta hasta que empezó a asomar el sol y retomé el viaje hacia Cruz del Eje.
La imagen de esas changuitas cantando cada canción sigue siendo una postal para explicar que es el rock. Es eso, es nuestra manera de ser feliz.
Nos vemos la próxima.
Pd: gracias a JC Producciones por permitir que medios comunitarios y autogestivos podamos cubrir los recitales.