Todo Aparenta Normal pasó por La Docta y nos regaló canciones para cada cicatriz
Por el Juancho Mazzeo @largavida.alrock.radio
Comencé a escuchar algo de la banda por publicaciones de Luz Espeche, allá por el 2022, y fui cayendo rendido por sus melodías exquisitas y una hermosa poesía que me llevaba por diversos caminos.
Antes del viernes, hubo dos intentos por venir a Córdoba: fines del 22 y fines del 23, que por motivos ajenos a la banda, se suspendieron unos días antes. Luego hicieron un parate en 2024 hasta que anunciaron el regreso, en formato trío, Nico y Juampi Alfieri, y Luca Albano. Y ahí nuevamente la necesidad de poder encontrar una fecha para verlos en vivo.
Viernes por la tarde y el forcito nuevamente a la 38 rumbo a Córdoba capital, escuchando los discos: Diferente, Hijos del mundo, En el desaprender y El último abrazo analógico. No sabía si iban a presentar el último disco, Canción Mata Algoritmo, así que iba cantando (bah, a los gritos, quienes me conocen saben que el cantar no es mi fuerte) y diciendo “ojalá toquen este tema” y al rato “o este” y después “o este”, y esas frases que se funden con imágenes políticas actuales “Quiero que estés, en los laureles de tu pedestal, cuando la fuerza de este vendaval, derribe todo ese andar” dedicado a un gobierno cruel, cobarde y misógino. Llegué y me encontré con el Nico en la vereda, lo abracé y charlamos un rato antes de ingresar al Pez Volcán, donde estaba terminando la prueba de sonido Astor Ghres, aproveché para comprar una remera de TAN (tengo remera nueva para ir a la escuela, ja!) y la saludé a Peni Franconi, productora cordobesa que sigue apostando por y para el arte local.



Pasadas las 9, con una muy buena convocatoria, subió al escenario Astor Ghres para sorprenderme gratamente con sus melodías setentosas, desde la psicodelia hasta el jazz rock que sonaba mas que bien. Una banda que tiene poco más de 5 años, un disco y varios simples, además de algunas grabaciones en vivo que recomiendo ir a escuchar. Gabriel Kuhn en la voz, en el Saxo y coros Nicolás Archilla, en guitarra Martin Kuhn, en los teclados Cuter, Facu Palacios en batería y Facu Berberian en el bajo, ofrecieron un puñado de canciones que disfruté muy mucho los 45 minutos del set. Altos músicos. Hay que bancar a las bandas locales, a veces no alcanza con un “me gusta” o “compartir” en la matrix, hay que bancarlas yendo a verlas y pagando una entrada.






Pasados las 10, se abrió nuevamente el telón para dar inicio a un fantástico recital donde, en una hora y media, se brindaron todo: Rayo, Kintsukuroi, Más Mejor, Jinete, Al oscuro, Pandora, Traful, Como un faro, La dicha, Agazapado, Calendario, Berlín, Vivir los colores, El Piso es lava, Ya no puedo callármelo. Y nos quedamos con ganas de algunas más, pero bueh, quedarán para una próxima (y ojalá que pronta) visita. O habrá que ir a la ciudad de la furia a verlos. Fui con muchas expectativas a esta presentación, que fueron totalmente superadas: suenan muy bien en vivo. El trío suena cri-mi-nal, con un sonido que te va invitando a viajar en cada canción en un huayra muyoj de sentires, de la euforia a la caída libre, de la nada a la gloria me voy, diría PR. Ya saben que siempre repito que necesito ver a las bandas en vivo, que una cosa es el disco de estudio o una grabación en vivo y otra muy diferente es verlos y dejarse sorprender por lo que pueden provocarte. Y acá fue un abrazo, un refugio, una trinchera desde el arte para hacerle frente a estos tiempos violentos y reaccionarios. Esos recitales necesarios para seguir andando.
Volví acompañado por la luna y la voz de Patricio Rey, en una ruta casi desierta, sonriendo, feliz. Qué buen recital. Qué buena banda. Vayan a verlos cuando puedan.
Nos vemos la próxima.
Pd: gracias Peni por permitirme registrar el recital.








