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Brindo por la ilusión

La Renga despidió el año con un gran banquete en Rocksario

Por Eva y Juancho, para @largavida.alrock.radio

Tarde de calor, humedad y de cemento que se derrite bajo nuestras suelas, mientras caminamos hacia el ingreso del Autódromo de Rocksario, entre la circunvalación y el aeropuerto. El mercado persa te ofrece de todo, siempre con una sonrisa y un buen rocanrol sonando de fondo.

Nos fuimos con la familia Canatta en la A amarilla desde la República de Fighiera hasta la Terminal rosarina, y luego en un auto de “sé tú propio jefe y tú propio explotador”, de esos que, casi segura, votó a este gobierno perverso, violento y cobarde, porque creyó en que iba a cobrar en dólares. Pero bueh, sabemos que clonaron más vendepatria de lo que uno se imagina.

Como pasa en cada recital, en los alrededores del autódromo las empresas de telefonía móvil nos siguen estafando porque se quedan sin señal, es decir, nos cobran fortuna y no invierten un carajo, total seguimos siendo mansos borregos. Así que fue imposible encontrarme con el tío Juancho, que andaba haciendo fotos en el camping municipal y que el último mensaje que recibí fue “ya entré”, y media hora después otro mensaje “recién veo tú mensaje que dice que están en el ingreso”. Al otro  día me habló y me dijo que entró para ver los últimos temas de Mamita Peyote y a Cielo Razzo. Mamita Peyote está por cumplir 15 años, una banda que te paseo por varios estilos musicales alrededor del reggae, y que cerró su año haciendo la apertura del banquete, sin contar la presencia acústica en la ronda de las Madres de la Plaza 25 de Mayo. Cielo Razzo, según el tío Juancho, que viene detonando todos los lugares donde se presenta, cierra el año en el Centro Cultural Güemes y luego empieza el 2026 en enero junto a Ojos Locos en la Clandestina.

El calor no daba tregua cuando se apagaron las luces, diez menos cuarto de la noche, y ya nada importó más que abrazarme a mi amiga Luli y comenzar a cantar y saltar: Buena ruta hermano, Buena pipa, Tripa y corazón, A tu lado, A la carga mi rocanrol, Destino ciudad futura, El terco, El hombre de la estrella, Hay un tirano que es para vos, Poder, Motoralmaisangre, Ese lugar de ninguna parte, El rito de los corazones sangrando, Estalla, Cristal de zirconio, La vida, las mismas calles, Flecha en la clave, Cuándo vendrán, Bien alto, La banquina de algún lado, En el baldío, El juicio del ganso, Veneno (estuvo presente Marcelo Ferrari, autor de la canción junto con La Negra), Balada del diablo y la muerte, Hielasangre, El viento que todo empuja, La razón que te demora, El final es en donde partí. Recién ahí volvimos a tomar aire y agua, descansamos un toque, y luego se vino la recta final: Azúcar amarga (gran tributo a dedicado a Willy Quiroga), Panic show, Oscuro diamante y Hablando de la libertad.

12 y media de la noche y las luces iluminaron todo el predio para ver esa enorme y hermosa marea humana deslizándose hacia las salidas, algo que intentamos imitar a velocidad babosa.

Un banquete de fin de año increíble: sonido perfecto y una escenografía zarpada. Y la lista de temas con unas joyitas como frutilla del postre. Y mucha presencia de familias ¿adoctrinamiento rockero? Jaja, puede ser, será un análisis que podré hacer cuando rinda algunas materias más de psicología. Mientras tanto, la transmisión generacional de la pasión por La Renga es algo inentendiblemente hermoso, y que hay que vivirlo para entenderlo.

Volviendo para Fighiera comenzaron a entrar algunos mensajes del tío Juancho “avísame cuando llegués tú casa, acordate que el banquete termina cuando llegamos a casa”.

Pd: gracias a La Renga, al Manu, por permitir que medios autogestivos y comunitarios podamos realizar la cobertura del banquete. Nos vemos en Chile.