Cabra da Peste en la Sala Formosa, Córdoba, sábado 21 de junio
Por el Juancho Mazzeo @largavida.alrock.radio
Un año después, Cabra da Peste volvió por Córdoba y, como cada presentación, nos permitió encontrarnos, abrazarnos y festejar, en medio un clima cada vez más violento y represivo contra las manifestaciones populares.
La banda de los barrios, que se encuentra terminando de grabar un nuevo disco, salió a la ruta (que da buena suerte) para llevar su arte a la ciudad de Santa Fe y a Córdoba capital, con entradas casi agotadas en ambos lugares que son el reflejo del contagio musical y el crecimiento en convocatoria que vienen logrando más allá de los límites del conurbano bonaerense, algo que no es nada sencillo para muchas bandas del under. Y señalo esto porque es uno de los temas que siempre charlo con las y los artistas que me voy cruzando en cada recital: los costos de la logística son cada vez mayores, y es el principal impedimento para quienes buscan llevar su arte “más allá de la General Paz”.
Como dice un gran pensador, que necesitamos recuperar en estos tiempos, lo económico es determinante, se me complicó para salir el viernes hacia Santa Fe. Es que no soy como el Toto que pide plata y después pagan otres. El sábado tempranito preparé el equipo de mate, la cámara de fotos, seleccioné ropa para la ocasión y el forcito salió nuevamente a la 38 con destino al predio de General Paz Juniors, ahí al toque del Neuro y la Terminal, donde alguna vez pasaron Los Piojos, La Renga, Attaque, Skay, Manu Chao, Callejeros, entre tantas bandas que pisaron tierra cordobesa.






Una ruta muy tranquila para un finde largo, la voz del Negro acompañando el andar y llegar a Juniors para encontrarme con la banda de los Viércoles, con una logística que parecía el Ñuls de Bielsa, ni un detalle se escapó: asado, pollo al disco, pan, ensalada y una diversidad de bebidas para refrescar el cuerpo, incluida una licuadora para preparar tragos a la altura del encuentro. Luego de recuperar energías pasando el pan por el fondo del disco, la banda salió para la Formosa, una hermosa sala que es como la hermana menor del Club Paraguay, en Achaval Rodríguez y la Cañada, y ahí me fui a molestar con la cámara en la prueba de sonido. Lo que no sabía era que iba a terminar de plomo: pleno centro cordobés, calles angostas, un bondi de dos pisos y a cortar el tráfico para descargar los instrumentos. Después de casi 30 años, volví a ser plomo por un rato, como esa vez con León Gieco, con la Cabra. No hace falta aclarar que si voy a trabajar de onda va a ser siempre con artistas que te marcan el corazón.
Prueba de sonido, luces y visuales, un viaje a buscar las zapatillas del Rama al bondi que estaba en ciudad Universitaria pero que el gps nos quiso llevar a los Fonavi detrás del Quality, y volver para comenzar a ver los trapos y mucha gente amiga que iba dándole color al inicio del invierno. La tribu de Mataderos, los Sabandijas, la Vane y el Franco, Sole, Tati, Vicky y sus niños, los dos capos de la fotografía como Jorge Mamani y Martín Cornejo, y tanta gente linda que hacia un tiempo que no veía y que siempre me pone muy contento de saludar. Y el ritual de la banda de salir a saludar a la familia da peste a la vereda antes de subir al escenario.
Los ropaprestada, la (in)seguridad ciudadana, la doña que cuida coches, intentando que no cortemos la calle agitando banderas, cruzando la calle para saludar como si fuese “la peatonal Córdoba”, solía decir mi viejo, y el grito “dale que a las 9 tenemos que empezar!!!”.







Minutos antes de las 9 de la noche, con la Formosa estallada, se apagaron las luces para dar inicio a una nueva presentación de Cabra da Peste: Intro de cuarteto, Latino, Todas las ratas, Costilla, Ironía, La Jaula, Las voces del barrio, Hermanos, El secreto, Cambios, Sobre las balas, Bus al norte, Terraza, Ojalá, Malabares, 100 días, Huesos, Abstinencia, Entre la risa, Alejados, Cuanta policía, Argentina y Mal en karma con los bombos de la Murga EsKndalosos de Rosedal, Semilla y La vida siempre. La bandera de “Milei culiadazo” que hicieron descolgar antes del recital, formó parte de la escenografía en uno de los temas, mientras todo el público saltaba y cantaba. Todo arte ES político.
Dos horas de un gran recital, con un trabajo cri-mi-nal del Fer Vener en las visuales, el Tise en las luces y el Laucha en el sonido, que potencian los que despliega la banda en el escenario. La Cabra sigue sonando muy bien, los arreglos de vientos y teclado suman mucho a las canciones, fortaleciendo el vínculo con el público, en una comunión muy hermosa que va flotando y creciendo en cada canción, y somos muches los que largamos algunas lágrimas con algunas letras. Porque el arte debe ser eso, algo que te interpele, que te movilice, que te de una patada en el pecho o te acaricie el corazón. Y cuando el arte te hace ser mejor persona, se traduce en una pasión inexplicable. Y acá hay algo de todo eso, y me hace feliz. Es que el corazón tiene razones que la propia razón nunca entenderá, ¿no?
Ya tenemos nuevas fechas y lugares, y hacia allí iremos, cantando… martes 8 de julio en El Teatro de Flores y el 19 de julio en Resistencia, y luego… vamos a esperar los anuncios en los canales oficiales, jaja.
A la salida volvimos a hacer un pasamanos medio extraño pero que permitió subir todos y a casi todos al bondi en 10 minutos. Quedaron algunos por acá porque el viernes salimos para Villa Mercedes al acústico del Negro y, bueh, ¿cómo no ir?.
Nos vemos la próxima, ahí en la ruta, en la previa, en la magia de rockandroll.
Pd: si voy a hacer de plomo, va a ser con artistas que admiro y que son coherentes entre lo que cantan, dicen y hacen.














