Crónica del tercer banquete de La Renga en el Palacio T. Ducó
Por Romy Gillon y Alejandro Valera
La fiesta de La Renga en Huracán arrancó desde temprano. Ya podíamos ver llegar los micros desde distintos puntos del país, y países hermanos como Chile y Uruguay fueron los que nosotros conocimos mientras caminábamos rumbo a la entrada del estadio. Ingresamos y nos dimos cuenta de lo que significa cuando te dicen “entradas agotadas”. Claro, no entraba un alfiler más. Muchísimas banderas, como siempre, pero una en especial fue la que más nos llamó la atención: una bandera de Cristina insoportablemente viva, donde podemos destacar que el rock y la lucha popular van de la mano.


Siendo las 21 hs, se apagaron las luces y sonaban los primeros acordes de Tripa y corazón, con un público eufórico de felicidad por estar ahí, en el tercer Banquete en Huracán. De repente, se escuchó la voz de Chizzo diciendo “¡Buenas noches, Buenos Aires!”, mientras sonaba Buena ruta, hermano. Luego sonó El ojo del huracán, momento nostálgico de la noche, un tema tan esperado por los mismos de siempre.
Otro momento sublime fue cuando sonó La balada del diablo y la muerte, En la banquina, y justo ahí Chizzo nos cuenta que ese día estaban festejando los 85 pirulos de La Negrita —así le llaman a la mamá de Tete y Tanque— y qué mejor que celebrarlo en Huracán, club del cual toda la familia Iglesia es hincha, dedicándole La nave del olvido.
Luego sonaron temas épicos como El viento que todo empuja y Hay un tirano.
Después, Chizzo presenta la próxima canción y dijo:
“El tema se titula ‘Hay un tirano que me robó el león’… entre risas: ‘Perdón, se me confunden los temas…’
Panic show… perdón” —mientras sonaban los últimos acordes de la canción— “¡Atención a todas las unidades! Ojo, Javier, que ese león tiene mucho hambre…”
Continuó con El rey de la triste felicidad, donde Tete bajó del escenario y recorrió tocando toda la valla de punta a punta. Oscuro Diamante y La razón que demora cerraron dos horas al palo en Parque Patricios, dando lugar a un respiro de 10 minutos y volver con la proyección de una parte de Totalmente Poseídos y cerrar una lista de temas increíble: Masomenos blues, Desnudo para siempre, Oportunidad oportuna, El final es en donde partí y Hablando de la libertad.






Fotos del Martín Cornejo @martin.cornejo.fotorock
En el regreso a CABA, luego de años de ¿censura? por parte del gobierno municipal, más de 100 mil personas estuvieron presentes en el Tomás Ducó, generando una movida de la economía local muy buena en tiempos de recesión y empobrecimiento económico de los sectores populares, que encuentran en el rock un refugio, una trinchera y un espacio donde seguir resistiendo. Y si, todo arte ES político.
Parece que se vienen banquetes en países vecinos, así que a tener el DNI actualizado para poder viajar y ver si encontramos algún “pastor” que convierta “milagrosamente” nuestros pesos en dólares.
Nos vemos en el próximo banquete, ahí donde nos convoque La Renga, nuestro viento que todo lo empuja.
Pd: gracias a la Prensa de la banda, gracias Manu, por bancar que medios comunitarios y autogestivos podamos cubrir a la banda de nuestro corazón.